Actualizado: 18 Abril 2010

Una memoria colectiva, la Cuba universal, la Cuba de nuestra America.

Luego de más de un año haciendo Cubaout los autores del blog se retiran por motivos de trabajo en otro sitio y nos han dejado el legado para continuar informando desde este medio. Esperamos poder continuar brindando información actual cubana y latinoamericana como hasta ahora,

Ramiro Fernandez Peres
Olga Mas Tamargo

Hace un tiempo ,en una visita a la ciudad de Verona, durante  una Feria de tendencias en interiorismo nos acercamos al lago de Garda, sitio turístico cercano. Allí nos mostraron unas antiguas ruinas romanas de lo que en su tiempo parece haber sido la casa de un prominente senador romano, las edificaciones, los baños. Una guía nos explicaba las conjeturas que actualmente se manejan para revivir esa época y saber como vivían los romanos de entonces y continuaban trabajando para determinar incluso a quien habían pertenecido aquellos restos arquitectónicos, como eran usados, en fin todo.

A cincuenta años de llegar Fidel Castro al poder en Cuba, comienza a pasar que entre el tiempo transcurrido, la sistemática destrucción del pasado por parte del Gobierno de Cuba, la separación frontal que se provocó en muchas familias cubanas y otros muchos elementos, se comienza a perder una memoria colectiva que en cualquier nación constituye su base y cimientos para proyectarse hacia un futuro.

Dentro del fenómeno cubano se agolpan además un conjunto de elementos que ayudan a la pérdida de una memoria colectiva. En primer lugar lo joven de la nacionalidad cubana, la mezcla de razas y culturas que están presentes en la isla cuando se crea la República y que pasados solo medio siglo y sin madurar completamente hacia una nueva población mas homogénea, hacia lo cubano , es brutalmente sacudida por la Revolución de Fidel Castro. Ejemplo de esto es la fuerte españolización que aun tenía Cuba al comienzo de los años 60. Otro elemento a tener en cuenta es lo dilatado en el tiempo del régimen actual, con lo cual durante cincuenta años han estado saliendo cubanos para no volver. En cada período los que han abandonado Cuba han tenido una visión pero no la de las etapas posteriores, es en este momento donde los que han permanecido en  Cuba han seguido evolucionando en una cubanáa a ritmo de la doctrina del comunismo y los que han emigrado manteniendo su base cubana han bebido de lo que han encontrado en donde los han acogido. Visto todo este proceso con cierto alejamiento permite hacer la pregunta ¿Que es ser cubano?

Para los que viven en Cuba la respuesta es rápida, tal vez no sepan ni quien fue el primer Presidente de la República, pero por haber nacido y vivir en un sitio que se llama Cuba son cubanos. Bien distinto es responder la pregunta para los cubanos que vivimos en el exilio, obligados a salir de Cuba con lo puesto, sin posibilidad de regresar salvo pocos días como turistas y bien vigilados. Cuando se reúnen cubanos en el extranjero suele ocurrir que en ocasiones parece que todos hablan de una  Cuba distinta, cada uno habla de la Cuba en que vivió, o sea muchas cosas, informaciones, orígenes, costumbres, nombres de personas de instituciones, etc. no son iguales para todo el mundo. Todo esto propicia un paulatino empobrecimiento de lo cubano a nivel general entre la emigración cubana, obligada además de integrarse en la cultura que lo ha acogido como vía para sobrevivir.

En modo alguno podemos conformarnos con cuatro cosas como seña de identidad, las cuatro cosas que permiten identificar al cubano con independencia de su vivencia, de su tiempo fuera de Cuba o su edad. Creo firmemente que además de ayudar a que algún día Cuba vuelva a vivir en democracia, debemos crear una seña de identidad cubana universal. Si para los nacidos en Cuba esto servirá de lazo de unión y medio de comunicación, para las segundas generaciones ya nacidas en el extranjero será la necesaria referencia para que pueda mantener su identidad. En aquellos países donde además la lengua es distinta si no existe un anclaje poderoso, la seña de identidad cubana desaparece con mucha rapidez.

Crear un concepto de Cuba Universal entraña dos grandes retos, por un lado publicar y dar a conocer en todo lo posible la memoria histórica del país, desde las costumbres y señas de pueblos y ciudades, pasando por las organizaciones  civiles y religiosas que existían en Cuba antes de Fidel Castro, divulgar la obra de prominentes cubanos en todas las esferas del saber y la actividad institucional, en las artes, en la política, en el deporte, la música, etc. Ha de existir un vasto conocimiento de lo que hicieron las generaciones anteriores para lograr una correcta proyección de futuro, sobre todo existiendo un prolongado período de destrucción sistemática de la identidad. El otro gran reto de la Cuba Universal  es conectar a todos los cubanos que han emigrado, es que cada cubano pueda identificar como suyo los logros de otros cubanos en el mundo mundial, crear una verdadera red ciudadana de cubanos en el extranjero que propicie intercambios permanentes de experiencias, aumentar la relación entre la comunidad cubana en distintos países y ciudades, conocer nuestros nuevos iconos en la cultura, la ciencia y el deporte e identificarlos como parte de nuestra cubanía, si se quiere crear entre los millones de cubanos en el extranjero nuestra seña de identidad y orgullo nacional, a semejanza con otras nacionalidades que seamos capaces de crear un nuevo sello «cubano»,“made by cuban”, «cuban made».

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