Francisco de Albear y Fernández de Lara ideó el gesto que marcaría para siempre la imágen de la Habana: el Malecón. Esto hubiese sido suficiente para que fuera recordado . Sin embargo, se le recuerda y se le agradece porque después de 162 años aún el 18 % del agua que se consume en la Habana , con una población 20 veces mayor, proviene de su Proyecto de Conducción de Agua a la ciudad proveniente de los manantiales de Vento. Su proyecto desarrollado en 1855 lo hizo merecedor de la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Paris de 1878, siendo considerado su proyecto como una Obra Maestra de la Arquitectura Universal del Siglo XIX.
El proyecto en cuestión consistió en captar las aguas de un gran número de manantiales que brotaban en las cercanías de un lugar conocido como Vento, siendo así el primer sistema en la Isla que tomó sus aguas del manto freático por medio de pozos, y que por ello garantizó un mínimo de higiene a los vecinos de La Habana.
Para lograrlo, Albear recorrió paso a paso la cuenca hidrográfica, hizo un perfecto levantamiento topográfico e ideó este sistema que funciona solo por la fuerza de gravedad.
A la realización de su acueducto, Francisco de Albear dedicó 37 años. Cuentan también que el ingeniero trabajaba hasta el agotamiento, y a pie de obra contrajo el paludismo que le causó la muerte y le impidió ver terminada su obra más trascendental.
Fue en 1897 cuando se concluyó el ansiado Acueducto, que como muestra de agradecimiento es llamado de Albear, en lugar de Isabel II, como fuera nombrado inicialmente
Francisco de Albear nació el 11 de Enero de 1816 en la Habana y fallece el 22 de Octubre de 1887 en esta misma ciudad. Graduado en la Academia de Ingenieros de Guadalajara (España), se incorpora en Cuba al Cuerpo de Ingenieros llegando a alcanzar el grado de Brigadier de este Real Cuerpo realizando 182 obras principalmente de beneficio social. Participó en diversas actividades de carácter científico llegando a ostentar el cargo de Vicepresidente de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana.
Actualmente a su obra se le denomina en fuentes gubernamentales cubanas Taza de Vento . 
El estado del acueducto de Albea en la actualidad es lamentable como el de tantas joyas de la arquitectura cubana. Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros, en un recorrido por la Habana en marzo de 2017, que incluía a la denominada por ellos Taza de Vento, se refería al programa de recuperación del sistema de abasto de agua a la ciudad y las acciones de enfrentamiento a la sequía.
Ya en 2015 se hablaba del estado deplorable de la cuenca de Vento.
La abundante vegetación cerraba el cauce del rio Cristal y se metía en los tubos de los manantiales : nulo mantenimiento de las instalaciones.
CubaOut 
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