¿ Qué ayuda necesitan? es la pregunta ausente hacia los cubanos en Catalunya.

Hace un par de semanas fui invitado a un encuentro con   políticos de  Convergència Democràtica de Catalunya para evaluar  el trabajo y las posibilidades de colaboración de este  partido en la lucha por la  Democracia en Cuba que tenía como objetivo   agrupar a cubanos residentes en Catalunya para formar una plataforma de trabajo en aras de la libertad en Cuba.   La reunión la presidían Carles Llorens ( Secretario de Asuntos Exteriores),  Àngel Colom ( Presidente de la Secretaria de Inmigración) y participaron además Anna Maria Pérez ( Teniente Alcalde de Castelldefels), Eric Bertran ( Presidente de NousCatalans Joves) y Joseph Lluis Masriera i Raventós ( Economista  y responsable de una ONG catalana de soporte a Cuba). 

 El encuentro se desarrolló en  un ambiente distendido  ,  participamos un grupo de cubanos  y  otros simpatizantes de  un cambio favorable a una apertura democrática en Cuba . El Sr. Colom nos planteó su deseo  desde la  Casa Gran del Catalanisme de crear  una plataforma para ayudar a los cubanos que viven en Catalunya  y darle soporte a acciones en este sentido.   Nos explicaron que habían desarrollado hasta ese momento  varias actividades contrarias a la Dictadura como el Apoyo a las Damas de Blanco, apadrinamiento de presos políticos,  ese día incluso el Sr. Llorens  hacia el lanzamiento de un libro de cuentos inspirado en la historia real de un preso político cubano retenido en una cárcel de Nueva Gerona.

De esta forma quedó creada Plataforma Catalana para la Libertad y la Democracia en Cuba  el día 30 de marzo de 2009.

  El planteamiento en esencia es correcto ya que las raíces cubano-catalanas son profundas, son legítimas, de dos nacionalidades fuertes que han luchado por una independencia real sin un estado que les oriente o comande. Es tal vez la única ayuda que se puede esperar verdaderamente impulsada desde el corazón sin contrapartidas, mediatizaciones ni intereses hegemónicos o económicos como sustrato. Es de esas solidaridades que ni los más castristas podrían tildar de imperialistas, ni al servicio de la CIA.  Como yo personalmente no sentí estas razones en la atmósfera de la reunión y además fue un encuentro pintoresco al hablar los catalanes en catalán y nosotros en español, en un momento dado, cuando tuve la oportunidad de intervenir, dije lo siguiente:  Que veía bien que los catalanes estuvieran por un cambio democrático en nuestro país, que este deseo de Convergencia responde a la tremenda deuda histórica que ellos tienen con Cuba ya que en nuestro país y en 1928, se redactó la Constitución Provisional Catalana que después Francesc Macià aplicó cuando la Generalitat de Cataluña se declaró independiente de España justo antes de comenzar la Guerra Civil del 1936 al 39.  Expliqué cómo, en mis largos años de estancia en este país las personas de la calle  nos  han ayudado, se palma esa identificación con lo cubano , pero que a nivel general e institucional no se  nos ha apoyado en  nuestras reivindicaciones, mas bien todo lo contrario. Le planteé que si esta ayuda que nos ofrecían ahora era real y genuina, como había sido la de los cubanos a Francesc Macià y a  los independentistas catalanes y no una gestión de un puñado de votos para las próximas elecciones, ni para catalanizarnos, entonces colaboraría.

 Cuando al  día siguiente leí  la noticia en la página de  Convergència Democràtica de Catalunya   se me puso la mosca detrás de la oreja,  aparecía la noticia, las fotos, los nombres de los políticos de Convergencia y de nosotros nada, un grupo anónimo sin nombre…., fue entonces cuando me dije:  Jorge,  por eso no te preguntaron al comienzo de todo, cuando nos apretaron la mano, _ Bueno cubanos, aquí estamos, ¿que  ayuda necesitan para  un cambio en Cuba?.

 En estos días de Cumbre de las Américas mucha tinta se ha derramado por todos los medios de prensa hablando de apertura, de levantamiento de restricciones, de que se acaba el embargo americano. Incluso el presidente Obama hace autocrítica y confiesa que el embargo ha sido un error y que no ha servido para nada. Si esto es verdad, entonces también todos los presidentes del mundo desarrollado tendrían que hacer autocrítica pues  tampoco han logrado con sus políticas ambiguas e interesadas que Fidel Castro levante el embargo sobre el pueblo de Cuba, que «el millones de veces monstruo de Amsteten» deje libre a los cubanos  después de 50 años de secuestro permanente. He mirado hacia atrás y he repasado en la historia para responderme a mi mismo en qué medida tiene o no Cataluña y por ende  todos los demás partidos catalanistas una deuda histórica con el pueblo de Cuba.

 Y de esa manera la historia me da pistas. La presencia de los catalanes en Cuba es relativamente tardía pero se reseña  que  los catalanes son los encargados de la primera fábrica de estampados y del primer cafetal en el siglo XVIII.  La emigración de catalanes hacia Cuba ocurre después de la autorización de 1857 a que los catalanes pudiesen establecerse en las colonias. Es hacia mediados del siglo XIX que los catalanes se hacen numerosos en Cuba. Para los catalanes, que ya por aquel entonces tenían un desarrollo superior al del resto de España en comercio, servicios e industria, Cuba se les presentó como una verdadera oportunidad. Pronto descubrieron a los cercanos Estados Unidos y en múltiples ramas de la economía hicieron fortuna y destacaron por promover un pujante desarrollo. Entre otras ramas de la economía, los catalanes destacan por la industria del café, la industria textil, cultivo y fabricación del tabaco, maquinaria en general, industria del papel, jabonería, rones y licores y ya a finales del siglo eran predominantes en el comercio minorista y eran dueños de empresas comerciales, logísticas y de transporte. Las navieras de Casanova en recientes investigaciones en Santiago de Cuba se adentran en el siglo XVIII con líneas comerciales regulares a los Estados Unidos por el Atlántico y por el Golfo de México, con líneas a America del Sur, transporte de Cabotaje que  hacían comercio con las islas del Caribe. La investigadora Nuria Gregori Torada en (1) nos relata la fuerte implicación de la relativamente pequeña colonia catalana en la vida de Cuba. Así lo demuestran las biografías de Mariano Cubi, de Tomas Gener, de Ramón Pintó, del Padre Jesuita Viñes y del General José Miró Argenter entre otros.

Si algo favorable tuvo esta emigración en Cuba es que los cubanos respetaron a  esta inmigración  portadora de  una fuerte identidad. Las imprentas catalanas de la Habana de Palmer y Seguí editaban muchos materiales en catalán. Las  asociaciones  catalanas en la isla fomentaron que no se perdieran las costumbres y lengua en aquellos años difíciles del catalanismo en la península.

 Ya entrados en el siglo XX, la colonia catalana disponía de periódicos en catalán, literatura y eran frecuentes las representaciones teatrales en catalán en la “Colla de Sant Muç”, la de la Comisión de la Ermita de Montserrat y en el “Centro Catalán”. La fe a la Virgen de Monserrat fue llevada a Cuba por los catalanes. De finales de la época de la colonia y comienzos del siglo XX son notables nombres como los de Jaime Florit que introdujo el taquígrafo, así como los Habanos ya con fama mundial que salían de las fabricas de José Gener Batet, de Jaume Partagas, de Julián Rives, de Juan Conill, de Prudencio Rabell y de Gerardo Abreu Martín. Muy asociados a la industria cubana de la primera mitad del siglo XX son los catalanes Sabatés y los Crucellas en la industria del jabón y de la perfumería.

 En el siglo XX muchos ciudadanos cubano-catalanes se sintieron en Cuba como en casa, sin dejar de ser catalanes . Las crónicas de la época nos hablan de Eduard Masdeu, natural de Reus quien llegó a Cuba en 1905 y ya en 1916 era presidente del Orfeó català de la Habana. Forma parte de la memoria habanera Ramón Magriña, también de Reus, quien construyó los jardines de La Tropical. También fue famoso José Escarré por su dulcería La Nueva Inglaterra de Santiago de Cuba.

Muchas casas de indianos construidas en Cataluña hasta 1936 tuvieron su inspiración  en La Habana y Cuba en general, en especial las modernistas. Este estilo muy característico de Cataluña tiene una buena representación en la arquitectura cubana de finales del s.XIX y comienzos del s.XX.

 Fué significativo  el apoyo que desde Cuba, los cubanos de origen catalán brindaron a la causa del nacionalismo. En investigaciones realizadas por distintos estudiosos y reseñados en distintas fuentes (3), (4), (5) se refieren cómo la organización independentista “Estat Català”, presidida por Francesc Macià, celebró en 1928, en La Habana la Asamblea Constituyente del Separatismo Catalán con la participación además de Ventura Gassol y José Carner -Ribalta. De esta asamblea surgió La Constitución Provisional que después todos conocen. La asamblea de Cuba no fue casual, los cubanos de origen catalán fueron hasta la guerra civil la principal fuente de financiamiento del catalanismo. Se considera que desde Cuba se financiaba en un 50% la organización Estat Català. Los cubanos financiaban además las asociaciones de solidaridad con los presos políticos y a los exiliados políticos catalanistas. En Cuba los catalanistas contaban con una amplia base que se refleja en las organizaciones que apoyaban la independencia de Cataluña. Sobresale el Centro Catalán de la Habana, El Club Separatista nº 1 de la Habana, la Germanor Catalana de Camagüey, el Grupo Nacionalista Catalán de Santiago de Cuba y el Bloque Cataluña de Guantánamo, así como las publicaciones “Vida Nova” y “La Nova Catalunya”.

 A la distancia de más de 90 años los expertos valoran la Constitución de La Habana como la culminación de un proceso de maduración ideológica del catalanismo que evolucionaba hacia el independentismo toda vez que no era posible continuar bajo el estado español con la dictadura de Primo de Rivera apoyada por Alfonso XIII que prohibió la lengua y la bandera catalana. La reunión de la Habana además era consecuente con la participación desde 1868 de los catalanes en las luchas independentistas del pueblo cubano. Los catalanes siendo españoles en la colonia se pusieron del lado de los criollos, y ya en la República los descendientes de aquellos patriotas, ahora cubanos, tenían el deber de ayudar para que un día Cataluña fuese libre. Mantenían vivo el catalanismo gracias a que tenían el respeto de sus conciudadanos cubanos en la nueva República. No pocos cubanos y cubanos-catalanes regaron su sangre como brigadistas defendiendo esta tierra en La Guerra Civil Española.

Al volver al presente, está claro que los catalanes tienen una deuda histórica con los cubanos. Asombra saber que muchas de esas investigaciones han sido alentadas por el gobierno de la Generalitat. Asombra que los interlocutores catalanes ya comenzando cometan errores de procedimiento importantes que más que disipar las dudas que yo tenía al asistir al encuentro, las incrementan y me hacen preguntarme, si la motivación de Convergència Democràtica de Catalunya  es realmente la ayuda al cambio democrático en Cuba  o para poner a este partido en la lista de los que se estan apuntando a la foto de los cambios en Cuba.

Definitivamente hago un llamado a la clase política catalana para que apoyen nuestras reivindicaciones de que exista ya un cambio democrático en Cuba. Que la primera forma de ayudarnos es decirnos con palabras y con hechos que somos bienvenidos en Cataluña, que aquí tenemos nuestra segunda casa y todo lo que necesitemos en nuestra lucha. Que nos ayuden a conservar nuestra identidad y no intenten en lo más mínimo hacernos catalanes. En mis muchos años viviendo en Cataluña bajo el gobierno de Convergencia i Unio primero y de la Entesa después jamas he conocido ningún programa específico de protección a los cubanos emigrantes, de facilidades para encontrar trabajo, convalidar estudios, apoyos específicos para nuestros hijos y tampoco ninguna iniciativa para que los cubanos podamos mantener nuestra identidad viva. Por Cataluña y sus reivindicaciones historicas estamos dispuestos a arrimar el hombro y a luchar codo a codo con ellos como lo hicieron nuestros antepasados cubanos y catalanes juntos en los campos de batalla mambises. Pero, y esto oiganlo con especial atención, » respeten nuestra soberana e irrenunciable decisión de mantener nuestra identidad cubana a salvo de cualquier negociación». La cubania no se negocia ni se vende. Si Convergencia nos quiere apoyar, bienvenidos, y de entrada que toda la relación sea en idioma español que es lo que nosotros sabemos hablar, porque además somos huespedes aquí y corresponde a ellos crearnos un ambiente de cordialidad que propicie que aún estando a muchos kilometros de nuestra patria al menos no nos sintamos extraños en estas tierras. Además si Convergencia de Cataluña quiere colaborar con nosotros ha de empezar por darnos un trato de igual a igual. La forma en que aparece la noticia en la  web de este Partido da la impresión de una reunión con personas anónimas, y no es el caso. Si la Casa Gran del Catalanisme es capaz de entendernos y colaborar con los cubanos en la forma en que yo lo estoy planteando, entonces pienso  que  de verdad estariamos ante un ejemplo de que el catanisme es una  gran fuerza con  proyección al futuro, sin olvidar su pasado. La lucha de los cubanos contra la dictadura ya dura 50 años y se mantiene viva, siempre existe un brazo para levantar la bandera de la estrella solitaria, si unos han muerto, otros continuan el legado. No obstante es de recibo aceptar la ayuda de otro pueblo, máxime cuando tantos lazos nos unen, cuando aunque los políticos a veces no lo vean, lo cubano esta permanentemente en el corazón de los catalanes. No en valde junto a las sardanas,  son las Habaneras, la tradición catalana  que llena plazas y playas cada año. Cuando Cuba salga de este oscuro período sin libertad de seguro que las cantatas tendrán ese pequeño ingrediente que anuda la garganta;  la Lola ya será libre y podrá  ir y venir cuando quiera y, si es posible,   gracias a sus entrañables amigos, familiares y simpatizantes catalanes.

(1) El uso de la lengua catalana en Cuba durante el siglo XIX. Dra. Nuria Gregori Torada. Instituto de Literatura y Lengua. Academia de Ciencias de Cuba.

(2) Arquitectura Art Nouveau en Cuba. Dra. Vivian Acosta. La Habana 1968 (3) Origen de la bandera independentista. Joan Crexell. Rafael Dalmau Editor, Barcelona 2008.

(4) Textos per la llibertat de Catalunya. Generalitat de Catalunya, Departament de la Presidència, Barcelona 2003

(5) Costitució Provisional de 1928. http://racocatala.com/estelada/c1928.pdf

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