Hillary Clinton en Haití

Julie Remy Medicos sin Fronteras

Europa Press /ADN

La secretaria de Estado Hillary Clinton llegó este sábado a Haití para comprobar de primera mano las necesidades de los afectados por el fuerte terremoto del pasado sábado y entrevistarse con el presidente haitiano, René Preval. La jefa de la Diplomacia estadounidense llegó a Puerto Príncipe en un avión militar estadounidense procedente de Puerto Rico y cargado con raciones de comida y agua, cepillos de dientes, rosquillas, ropa y materiales destinados al personal de la Embajada norteamericana.

Clinton se trasladó primero a la Base Borinquen de los Guardacostas estadounidenses, en Aguadilla, Puerto Rico, donde abordó un avión C-130 Hércules que estaba ya cargado con los suministros. Ya en Haití, está previsto que se reúna con responsables de la ONU, visite una unidad médica móvil y presente sus condolencias a algunas de las víctimas del seísmo. Partirá del país el mismo sábado acompañada de unos 50 ciudadanos estadounidenses que abandonan Haití, explicaron fuentes oficiales.

Durante el vuelo, Clinton insistió en declaraciones a periodistas en que Estados Unidos ha coordinado la ayuda con el Gobierno haitiano y con la ONU, que tiene desplegados unos 7.000 militares en el marco de la Misión de Estabilización Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). «Estamos trabajando para apoyarles, no para suplantarlos», afirmó, y recordó que este contingente tiene más conocimiento de la situación.

La secretaria de Estado explicó que el Gobierno haitiano ha dado a Estados Unidos carta blanca para satisfacer las necesidades de la población. «El Gobierno estima que la principal prioridad es salvar vidas», apuntó. También señaló que la situación podría ser mejor aún si el Parlamento haitiano aprueba conceder poderes de excepción al Gobierno de Preval para, por ejemplo, imponer un toque de queda. Algunos de estos poderes podrían ser delegados en Estados Unidos.

Clinton afirmó que la tarea es enorme y que incluye labores como la creación de depósitos de cadáveres y cementerios que respeten las costumbres locales. Asimismo, las autoridades estadounidenses temen el estallido de una crisis sanitaria ante las deficiencias higiénicas. «En un desastre como este, tienes que prepararte para lo peor», apostilló Clinton.

En su entrevista con Preval, Cinton le preguntará al presidente haitiano qué ayuda es necesaria. Al ser preguntada por un posible calendario para que el Gobierno haitiano vuelva a funcionar, Clinton dijo que «ayer, pero tenemos que ser realistas».

El nuevo director de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), Rajiv Shah, afirmó que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha identificado ya 14 puntos de distribución de ayuda en la capital y dispone de carreteras para llegar a ellos, con lo que algunos ya habrían comenzado a funcionar. «Estamos intentando mejorar esto», dijo.

También se han enviado tres purificadoras de agua desde Florida con capacidad para producir aproximadamente 100.000 litros diarios. Está prevista la llegada de tres purificadoras más desde otros países, aseguró Shah.

Con respecto al acceso, un portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, reconoció que el puerto de Puerto Príncipe sigue estando inoperativo, pero está previsto utilizar Cabo Haitiano, en el norte de la isla, como punto de llegada para los contenedores, lo que agilizaría el reparto de ayuda